Las alteraciones más comunes en la piel del bebé

La epidermis de los recién nacidos y los lactantes es más delicada de los que imaginamos. El contacto con el nuevo entorno o la acción de cualquier agente extraño pueden suponer un riesgo para ella: la postura de la cabeza en la cuna, la alergia a determinados productos higiénicos, el tacto de algunas prendas de ropa… Aunque la mayoría de estas alteraciones en la piel de los bebés no sean malignas, necesitan toda nuestra atención y cuidados para evitar que vayan a más. Identificamos y explicamos las principales afecciones de la dermis de los más pequeños de la casa.

Consejos para cuidar la piel del bebé

Tipos de alteraciones cutáneas en bebés y cómo identificarlas

  • Costra láctea. Se caracteriza por la acumulación de grasa seca en la cabeza (normalmente), las cejas y detrás de las orejas (menos común). Más que nada, esta dermatitis es un problema estético para los padres más observadores. La costra desaparece sola, aunque se puede limpiar con mucho cuidado y con la ayuda, por ejemplo, de aceite de bebé. Cuando produce inflamación e infección, se debe acudir al pediatra.
  • Eritema del pañal. Es la irritación que aparece en la piel tapada por el pañal como consecuencia del contacto directo con las heces, la orina y un material poco transpirable por naturaleza. Lo más recomendable es intentar mantener al bebé limpio y seco, recurrir a los pañales de tela (si es muy propenso a padecer esta dermatitis) y utilizar cremas específicas para la zona.
  • Acné neonatal. Casi la mitad de los recién nacidos sufren esta alteración de la piel que no reviste ninguna gravedad. Son pequeños granitos blanquecinos o amarillentos que cubren el rostro del bebé durante unas semanas. Pero tan pronto como aparecen, se van.
  • Angiomas planos. Son manchas planas de color rosado o rojo suave que aparecen, sobre todo, en la nuca, la frente, el labio superior o los párpados. Con temperaturas altas o con las grandes lloreras son más visibles. En cualquier caso, no necesitan ningún tratamiento y desaparecen de manera natural.
  • Hiperplasia de las glándulas sebáceas. Son pequeños granos de color blanco o amarillento, localizados en la frente, la nariz, las mejillas o el labio superior. Desaparecen solos sin necesidad de tratamiento.
  • Urticaria del recién nacido. Cuando los granitos están rodeados de un halo rosado o rojo, hablamos del eritema tóxico o urticaria del recién nacido. Es una de las alteraciones de la piel más comunes en bebés. Desaparece a las pocas semanas.
  • Dermatitis atópica. Es la enfermedad cutánea más común en los menores de seis años y cada vez tiene más incidencia en la piel de los recién nacidos. Es la única alteración de este listado que necesita tratamiento específico y medidas de prevención contra nuevos brotes. La dermatitis atópica no tiene cura y exige un cuidado especial. Para ello, Bioxán recomienda cualquiera de sus cremas hidratantes y productos cosméticos, especialmente ideadas para las pieles más dañadas y delicadas.

¿Tu bebé ha tenido alguna de estas alteraciones? ¿Qué te recomendaron para solucionarlas?

 

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