Cómo cuidar la piel de las axilas

Es una de las zonas más sensibles del cuerpo, pero no se le presta la atención que merece. Te contamos cómo debes cuidar la piel de las axilas.

Aguantan depilaciones agresivas, transpiración, productos poco respetuosos con su naturaleza, irritaciones… Y, sin embargo, seguimos sin darle los cuidados y la atención que se merecen. Hablamos de las axilas, más concretamente, de la piel que las forma, que es una de las más finas de todo el cuerpo. Precisamente por ello, es más sensible ante las agresiones y agentes externos y más susceptible a sufrir complicaciones de todo tipo.

Aun así, este rasgo tan característico es también su punto fuerte. Gracias a su delgadez, puede absorber mejor cualquier tratamiento o cosmético que se le aplique. ¿Cómo sacarle el máximo partido? Con estos trucos de cuidado perfecto para la piel de las axilas.

Cuidar las axilas con buenas maneras

  • Prevención del mal olor. En ocasiones, cuando nuestras axilas desprenden un olor fuerte y molesto están desvelando un problema de fondo. No es por ausencia de desodorante, sino por la presencia de bacterias perjudiciales. Esta zona del cuerpo es húmeda y oscura, lo que favorece la proliferación de microorganismos. Al descomponerse, aparece ese mal olor. Para evitarlo y prevenirlo, lo más recomendable es olvidarse de las prendas sintéticas y mantener la zona siempre limpia, seca e hidratada (con desodorantes hidratantes y antitranspirantes).
  • Depilación. Representa una de las grandes agresiones que sufre la piel de las axilas sino a diario, al menos, una vez por semana. Con cuchilla, con maquinilla o con cera caliente, cualquiera de las técnicas utilizadas para eliminar el vello de esta zona del cuerpo suele superar su nivel de sensibilidad. Por eso, tras el proceso de afeitado, la piel se muestra irritada, reseca, etc. La mejor manera de mantener la piel de las axilas cuidadas en este caso es optando por las alternativas para piel sensible (sea cual sea la técnica utilizada), hacerlo siempre con la piel limpia y fijarse en la dirección de crecimiento del pelo.
  • Higiene. Este debería ser el primer consejo para el correcto cuidado de la piel de las axilas, pero es mejor ver su importancia con respecto a otros. La limpieza del cuerpo en general es imprescindible para presumir de una buena salud, pero en zonas sensibles y delicadas como esta es una obligación ineludible. Utiliza jabones suaves y no te olvides de aclarar y secar bien (ambas figuran en la lista de malos hábitos en la ducha). Normalmente, nos olvidamos de este último paso y es cuando ponemos nuestro granito de arena en favor del exceso de humedad.
  • Hidratación. Lo ideal sería recurrir a productos desodorantes, antitranspirantes y humectantes, es decir, aquellos que nos ayuden a combatir el mal olor, el sudor y la sequedad de esta zona del cuerpo.
  • Irritación. No solo la depilación puede causar irritación. La transpiración excesiva, los textiles agresivos, los efectos directos de los rayos UV… Siendo una de las más finas del cuerpo, la piel de las axilas puede sufrir picor (en este post explicamos todas las posibles causas del picor en la piel y cómo solucionarlas) y escozor en cualquier momento y por cualquier causa. En este sentido, es necesario recopilar todos los consejos anteriores: intenta evitar la ropa sintética, mantén una rutina de limpieza e hidratación diarias, presta especial atención a la depilación y evita el exceso de humedad de la zona (con desodorantes, toallitas, etc.).

 

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