Cómo saber el tipo de piel: claves para diferenciarlos todos

Conocer nuestro tipo de piel es un paso imprescindible para elegir los tratamientos y los cosméticos más adecuados para su cuidado. Sin embargo, a lo largo de la vida gastamos grandes cantidades de dinero en fórmulas que nada tienen que ver con las características y necesidades de nuestra dermis. ¿La razón? Seguimos buscando cómo saber nuestro tipo de piel. Si aún estás en este momento de incertidumbre, te ayudamos a resolver tus dudas. Clasificamos las características esenciales de cada una de las tipologías y te ayudamos a elegir las mejores rutinas para su cuidado diario.

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Tipos de piel: propiedades y necesidades únicas

Principalmente, hay cuatro tipos de piel diferentes, fáciles de identificar [casi] a simple vista. Cada uno de ellos viene generalmente determinado por causas genéticas. Sin embargo, el estado de la piel o los agentes externos a los que está sometida cada una pueden condicionarla y favorecer un cambio. En cualquier caso, para identificarlas, nos debemos fijar en los siguientes detalles:

  1. Piel normal. Es aquella que se encuentra en perfecto equilibrio, es decir ni demasiado seca ni demasiado grasa. La zona T puede presentar algunas imperfecciones, pero, normalmente, este tipo de piel es suave y tersa, con buena circulación, de color rosado y sin apenas poros visibles. Aunque suele ser una dermis que no da problemas, no puedes olvidarte de seguir una rutina de belleza diaria con la limpieza y la hidratación como básicos imprescindibles.
  2. Piel seca. Se trata de un tipo de piel que produce menos sebo que la primera. Como consecuencia, tiene más problemas para retener los niveles de hidratación controlados. ¿Cómo saber si es el tipo de piel que tienes? Si la tuya está siempre tirante, áspera, descamada y tiene tendencia a la irritación y el picor, probablemente tengas este tipo y por tanto necesites una crema para piel seca.
  3. Piel grasa. Es el punto totalmente contrario: dermis que producen más sebo del necesario. Son fáciles de identificar por la presencia de imperfecciones, poros de gran tamaño y brillos. La limpieza es imprescindible, igual que el resto de recomendaciones que te enseñamos como la crema para piel grasa.
  4. Piel mixta. Este tipo de pieles son la mezcla entre las pieles normales-secas y las grasas. Normalmente, se identifican bien por contar con brillos o con poros visibles en la zona T (frente, nariz y barbilla) y unas mejillas tirando a secas. ¿Quieres saber cómo cuidarla? Consúltalo en este apartado donde hablamos de la crema para piel mixta.

Sea como sea tu tipo de piel, nunca puedes dejar de lado la hidratación, la limpieza y el cuidado diarios. Los productos de Bioxán son aptos para aplicar en cualquier tipo de piel. Pruébalos y comprueba los resultados.

 

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