¿Por qué el factor de protección solar de tu hidratante no basta?

A la hora de enfrentarse a los rayos del sol, la crema diaria no es suficiente. Contamos por qué el fotoprotector es un indispensable de la rutina diaria.

Podríamos decir que el debate sobre la protección solar ha sido reiteradamente conquistado por los que defienden (con suficientes razones) su necesidad en cualquier momento del año. El problema viene ahora al intentar establecer una correcta rutina de aplicación de la crema solar. ¿Hay que echársela antes o después de la hidratante? ¿Cada cuánto tiempo hay que renovar la aplicación? ¿Basta con una crema facial con SPF?

Si tú también necesitas aclarar todas estas cuestiones antes de enfrentar un nuevo día bajo el sol (o la lluvia) las resolvemos una a una con las sabias recomendaciones de quienes más saben de la materia. De los consejos contados por los dermatólogos a sus amigos y a sus pacientes, los que hablan sobre cómo usar la crema solar a la perfección son los más repetidos. ¿Quieres conocerlos?

Crema solar o hidratante con SPF: he ahí la cuestión

El dilema principal a la hora de utilizar un fotoprotector, sobre todo en el caso de las mujeres, es la cantidad de productos cosméticos que se deben aplicar en conjunto. Es decir, cada mañana, muchas se enfrentan a la misma rutina: limpieza, hidratación y maquillaje. ¿En cuál de todos estos puntos se debe aplicar la crema solar? Es entonces cuando llegan las excusas. “Mi crema diaria/base de maquillaje ya tiene factor de protección solar”, “Hoy no hace sol, con la protección de la hidrante me basta”, “Me he echado el fotoprotector antes de salir de casa y no me he tocado la cara, aún cumple su función”…

Estas son las premisas que no debemos olvidar NUNCA sobre cómo usar la crema solar:

  • Limpiar, hidratar y proteger. Este es el orden de la rutina de belleza diaria, es decir, con el fotoprotector en el último lugar. Pero si también utilizas maquillaje, caben varias opciones:
    • Elegir cremas solares y aplicar el maquillaje (en polvo o fluido) inmediatamente después.
    • Comprar fotoprotectores con color.
    • Utilizar protectores solares en polvo. En este caso, primero se aplican los cosméticos y, en último lugar, el fotoprotector. Son más útiles en pieles maquilladas tanto para la primera aplicación del día como en sus posteriores renovaciones.
  • Crema hidratante VS Crema solar. Son dos cosméticos diferentes y se deben utilizar por separado. Algunos productos humectantes están preparados con filtros de protección solar, pero no suelen ser suficiente y, además, pueden hacerle perder efectividad en sus principales cometidos (hidratación, regeneración, etc.).
  • Frecuencia de uso. Sin duda, el punto más problemático. Sobre todo en los meses de invierno, aplicamos la crema solar a primera hora de la mañana y nos olvidamos de ella por completo. En este sentido, los especialistas lo tienen claro: no valen excusas, el fotoprotector se debe renovar cada dos horas. Ni el maquillaje ni el SPF de todos los cosméticos que utilices son excusa para cumplir con esta premisa. Así que no te olvides de llevar tu fotoprotector siempre contigo y [sobre todo] de volver a aplicártelo a lo largo del día.

Aunque el sol tiene sus efectos positivos para la piel y el organismo, mejor recibirlos con cierta barrera protectora. Y recuerda: utiliza cada mañana una buena crema hidratante en el rostro y aplica, después, un fotoprotector de calidad.

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