Piel atópica del bebé: ¿Qué debes saber?

En España, se estima que la dermatitis atópica afecta al 18% de la población infantil. Esa enfermedad crónica de la piel es mucho más común de lo que se cree y los niños y bebés afectados requieren cuidados especiales para evitar importantes molestias.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica o piel atópica es una patología relacionada con el desequilibrio del sistema inmunológico de la piel. Aunque las cuestiones genéticas influencien en su desarrollo, las condiciones medioambientales también pueden agravar sus síntomas.

¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis atópica?

Los niños que padecen de piel atópica no siempre presentan sus síntomas ya que esa enfermedad suele manifestarse en periodos intermitentes. Por lo general, se reconoce la dermatitis atópica por la presencia rojeces e inflamación de la piel, sequedad intensa y picor. En algunos casos, pueden formarse erosiones, principalmente por el rascado de la piel.

¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis atópica?

Por desgracia, la piel atópica no tiene cura. Los tratamientos disponibles se centran en disminuir la irritación y calmar la piel para evitar nuevos brotes. Por ello, es tan importante llevar a cabo una rutina de cuidados minuciosa de la dermis infantil con cremas corporales regeneradoras que garanticen su hidratación y que sean aptas para un uso tópico.

 

Cuidados de la piel del bebé: crema para bebés de piel atópica

Consejos para el cuidado de bebés y niños con piel atópica

Como no existe una cura para la dermatitis atópica, mantener la piel en buenas condiciones y seguir algunos consejos para cuidar la piel del bebé es fundamental para intentar controlar los episodios de la afección y – en la medida de lo posible – evitar que aparezcan.

  • La utilización de una crema hidratante es fundamental para la regeneración de la piel. En los cuadros de afecciones cutáneas, la dermis se altera, lo que provoca picazón y rojeces. La flora cutánea de los niños y bebés todavía está fase de crecimiento y si a ello le añadimos los efectos de la enfermedad, la buena hidratación todavía es mucho más importante.
  • En los niños y bebés con piel atópica – así como en los adultos que padecen esa afección – la crema hidratante regeneradora debe ser aplicada en todo el cuerpo tras la ducha. La higiene excesiva está contraindicada, pero es necesario llevar a cabo la correcta limpieza de la piel, buscando el equilibrio de los hábitos de limpieza.
  • El secado de la piel debe ser realizado de manera suave, sin frotar y con la utilización de una toalla de algodón o con un secador a baja temperatura, en el caso de molestias.
  • Para evitar la aparición de brotes de dermatitis atópica, siempre que se utilice un nuevo producto sobre la piel es recomendable probarlo en una zona pequeña y esperar los efectos durante algunas horas.

 

 

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