Guía para limpiar la piel: lo que no debes hacer

En la limpieza facial, nos solemos encontrar siempre con el mismo error de base: pecamos por exceso o por defecto. Como consecuencia, nos encontramos con pieles resecas, deshidratadas o dañadas por el abuso de ingredientes químicos o por el efecto de agentes nocivos. Conocemos la teoría, es decir, sabemos que debemos limpiar la cara a diario, de la misma manera que recordamos [aunque no siempre] que debemos desmaquillarnos antes de acostarnos. A pesar de ello, seguimos sin dominar la práctica.

Aclaramos algunas dudas sobre la higiene facial y te enseñamos cómo limpiar la piel del rostro para que luzca sano, hidratado y radiante.

Cómo limpiar la cara: dudas y errores

  • Más de dos lavados diarios. A veces, ni siquiera el segundo es necesario. Abusar del agua y de la limpieza del rostro es contraproducente: puede resecar la piel, generar más grasa y, en definitiva, acabar con la protección natural de la dermis. Lo ideal es hacerlo por la mañana y por la noche, como explicamos en estos consejos para levantarse con buena cara.
  • Toallitas desmaquillantes como solución mágica. Aunque son ciertamente útiles cuando no tenemos tiempo, no son tan eficaces como parecen. No todas valen para todos los tipos de piel y, además, no limpian la cara en profundidad.
  • ¿Agua caliente o fría? Mejor templada. Las temperaturas extremas pueden empeorar el estado de la piel y provocar irritación, descamación…
  • Exfoliar no es lo mismo que limpiar. La exfoliación es necesaria, al menos, una vez a la semana o cada quince días. Se trata de una limpieza en profundidad que busca cerrar los poros y mejorar el aspecto general del cutis. Pero no sustituye la rutina diaria ni puede aplicarse todos los días (es más agresiva).
  • Utilizar cepillos, esponjas y demás utensilios. Algunas “gurús” de moda y belleza enseñan las herramientas que utilizan para su rutina de cuidado facial diaria. Pero un mal uso de estos utensilios o, simplemente, su aplicación sobre pieles sensibles puede ser perjudicial. ¿Lo mejor? Utilizar las manos [lávalas previamente] y productos naturales sin perfumes ni parabenos.
  • No elegir el cosmético adecuado. Cada tipo de piel tiene unas necesidades diferentes. Sin los productos específicos para cada una de ellas, es imposible aprender cómo limpiar la cara correctamente.

Limpiar la piel sin fracasar en el intento

Si no cometes ninguno de estos errores en tu rutina de limpieza de la cara, pero esta sigue sin estar perfecta, algo estás haciendo mal. No te olvides de utilizar productos compuestos por ingredientes naturales, hidratantes y rejuvenecedores y de incluir algunos dermocosméticos imprescindibles como las mascarillas.

Además de la higiene diaria, cuida otros aspectos como una buena alimentación, el ejercicio, la protección frente a los rayos UV y el descanso. Con todas estas recomendaciones, la piel de tu rostro estará cuidada y resplandeciente.

 

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