Los secretos de belleza de nuestras abuelas de los que podemos beneficiarnos

Recopilamos los trucos de belleza más sencillos y naturales de nuestras abuelas para que el cuerpo y el rostro muestren su mejor cara. ¡Conócelos!

La máxima del “todo vuelve” es una realidad en el mundo de la moda y de las tendencias. Ropa “vintage”, peinados de los 70, accesorios de los 80, estampados del milenio… Entre tantas novedades reinventadas, lo que no parece tan conocido es esta regresión aplicada a los consejos de belleza. Y, en este campo, las abuelas son las maestras. De ellas, podemos aprender los rituales más sencillos y naturales para que el cuerpo y el rostro muestren su mejor cara.

La ciencia ha permitido avanzar notablemente en el estudio y desarrollo de dermocosméticos de calidad, respetuosos con el Medio Ambiente y con nuestro organismo. Pero, en ocasiones, los típicos secretos de belleza de abuelas son la parte más esencial del correcto cuidado de la piel. Para los más fieles a las últimas tendencias, traemos los consejos castizos que están en boga.

Productos de belleza naturales

Los trucos de belleza tradicionales que vuelven a la palestra

  • Limpiar y cuidar el cutis todas las noches. Hoy en día contamos con fórmulas completas y novedosas que no solo limpian y exfolian, sino que, también, nutren la dermis. Nuestras abuelas no tenían acceso a este tipo de dermocosméticos, pero sí tenían clara una cosa: no podían acostarse con la cara sucia. Agua caliente para abrir los poros, mientras se lava y enjabona el rostro (normalmente, con un jabón neutro); agua fría para aclararla y sellar los poros hasta el día siguiente.
  • Exfoliar. También por la noche, y para completar el ciclo de regeneración de la piel, en las rutinas de belleza de las abuelas no faltaba la exfoliación. Sin productos cosméticos: después de la limpieza, con el rostro bien seco, se pasaban una muselina de algodón para retirar las células muertas. En la actualidad, existen productos exfoliantes naturales que producen el mismo efecto sobre la piel.
  • Utilizar jabón en pastilla para la ducha. Sobre todo, si son de base neutra. Hidratan mejor que los geles y presentan un mayor cuidado en pieles sensibles. Nuestras abuelas ya sabían que una pastilla de jabón es la que mejor lava sin resecar.
  • Cepillar el pelo antes de acostarse. Sin champús en seco ni lavados diarios, nuestras abuelas mantenían un pelo brillante y limpio durante más tiempo con esta rutina diaria. La explicación es sencilla: con un cepillado cada noche, se retiran todas las partículas que se depositan en el pelo a lo largo del día. De esta manera, aguanta más tiempo limpio, desenredado, brillante…
  • Rizar el pelo con rulos o bigudíes. ¿Cuántas veces se los habremos visto a nuestras abuelas o a sus amigas? Pues bien, son la forma más sencilla de conseguir unos rizos naturales e irregulares. Duerme con ellos y, a la mañana siguiente, verás los resultados.
  • Blanquear los dientes con bicarbonato. Muchos se han dejado auténticas fortunas en tratamientos de blanqueamiento. Aquí, nuestras abuelas nos vuelven a llevar ventaja: con un poco de bicarbonato en el cepillo, conseguían la mejor de las sonrisas. No conviene abusar, puesto que algunos compuestos de esta sal pueden resultar muy abrasivos para el esmalte.

Con estos consejos de belleza y el uso de productos de belleza naturales, puedes completar la mejor de las rutinas de belleza para la piel del cuerpo y el rostro.

¿Conoces alguno más?

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