Neurocosmética, cosmética emocional… La nueva gama de productos de belleza conecta la piel con la cara más sensible de los usuarios. ¿La conoces?
Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero la piel no se queda atrás revelando algunos secretos del interior de las personas. Los expertos empiezan a encontrar las conexiones entre la salud de la piel y las emociones y han convertido la neurocosmética en una nueva tendencia a la que no se le puede perder la pista. Si no sabes de qué hablamos o cómo es posible que una crema te ayude a mejorar el bienestar general del cuerpo [y la mente] no te pierdas lo que te contamos a continuación.
¿Qué es la neurocosmética?
La piel y el sistema nervioso están conectados. No en vano, la dermis está llena de terminaciones nerviosas que le permiten reaccionar ante diferentes estímulos, desde el frío o el calor, hasta el dolor, el estrés, el miedo, la vergüenza, etc. Pero cuando estas conexiones empiezan a fallar, las células se deterioran y llega el envejecimiento prematuro de la piel.
Estamos acostumbrados a recurrir a diferentes productos de belleza que actúan directamente sobre la dermis y su naturaleza y nos ayudan a frenar o suavizar los síntomas del paso del tiempo. Sin embargo, los investigadores han encontrado otra vía de solución para el problema: productos que actúan en el interior, favoreciendo el desarrollo de los procesos positivos del organismo. En esto consiste la neurocosmética, en el empleo de ingredientes que permitan reestablecer el orden y el equilibrio entre los procesos neurofisiológicos y la salud de la piel.
💆 Cómo funciona la neurocosmética
El color de la piel, determinados tipos de imperfecciones, su nivel de suavidad o de hidratación o el equilibrio de su tonalidad son rasgos que pueden desenmascarar algún problema emocional (nerviosismo, tristeza, estrés, cansancio) a través del órgano más externo del cuerpo. Frente a todos ellos, los neurocosméticos funcionan activando o incentivando la producción de endorfinas y la actividad del sistema inmune. Con ello, consiguen mejorar el bienestar general del cuerpo y la salud y buena apariencia de la dermis.
Pero para que este cometido se cumpla, los cosméticos inteligentes deben contar con la concentración de principios activos adecuada y la combinación perfecta con otros ingredientes de reconocida influencia en los procesos de regeneración del organismo: té verde, flor de azahar, aloe vera, rosa mosqueta… Este combo, aplicado directamente sobre la piel, consigue desencadenar procesos químicos en nuestro interior que mejoran todos los aspectos positivos del organismo.
¿Te animas a conectar las caras interna y externa de tu cuerpo y a mejorar tu bienestar de la mano de la neurocosmética?