El sol es fundamental en numerosos aspectos vitales y proporciona beneficios reales. Sin embargo, una exposición solar excesiva puede tener efectos nocivos para la piel, como causar eritema solar, envejecimiento cutáneo prematuro e incluso cáncer de piel, entre otros.
Dentro de la capa epidérmica de la piel hay células que contienen un pigmento llamado melanina que protege la piel de los rayos del sol, los cuales pueden quemar la piel y reducir su elasticidad causando el envejecimiento prematuro. Cuando la exposición a la luz solar hace que la piel produzca más melanina, es cuando se oscurece y da lugar al bronceado. Las personas que tienen poca melanina se queman muy fácilmente, y en estos casos se debe aumentar la protección y limitar el tiempo de exposición.
La cantidad de luz o rayos ultravioleta que entra en contacto con nuestra piel depende de varios factores, como el tiempo de exposición, el momento del día, la estación, la altitud o la localización geográfica. Por eso, durante los periodos de radiación más intensa, conviene tener en cuenta ciertas recomendaciones.
Los médicos y dermatólogos advierten constantemente de la correlación existente entre el cáncer de piel (siendo el efecto más grave) y el grado de daño en el ADN por la radiación solar, recordándonos que más del 90% de los casos de este tipo de cáncer son provocados por la exposición al sol. Teniendo en cuenta estos datos, debemos considerar la protección como el tratamiento más efectivo.
Cómo proteger la piel del sol
Es necesario limitar la exposición a esta radiación, optar por la sombra en vez de estar bajo la luz solar directa en las horas más fuertes (especialmente entre las 10:00 y las 14:00h, cuando los rayos son más intensos), y utilizar gafas de sol y crema protectora.
También es útil saber que hay algunas vitaminas que ayudan a mejorar nuestra resistencia a la luz solar, como la Vitamina C y la Vitamina E, contenidas en la crema corporal reafirmante de Bioxán, que ayudan a reforzar la protección solar cuando nos exponemos al sol.
A la hora de elegir el nivel de protección adecuado, lo más importante que debes tener en cuenta es tu tipo de piel, prestando especial atención a los niños y a las pieles excesivamente delicadas. Se debe aplicar una cantidad suficiente justo antes de la exposición, sin olvidar que este proceso debe repetirse con frecuencia y de manera generosa.
Cómo aplicar correctamente el protector solar
- Póntelo siempre antes de salir de casa, al menos 30 minutos antes de la exposición, pues es el tiempo que tarda en actuar.
- Aplica una cantidad generosa. Para obtener el nivel de protección adecuado debes aplicar aproximadamente 30 ml de producto por todo el cuerpo cada vez que lo utilices.
- Extiéndelo de manera uniforme y no dejes de aplicar la crema en las “zonas olvidadas” (orejas, nuca, dorso de las manos y sobre los pies) y en las zonas más sensibles (generalmente nariz y labios).
- Sé constante, renueva la aplicación cada dos horas y cada vez que salgas del agua, aunque utilices un protector waterproof. El sudor y el roce con la toalla arrastran parte del producto, lo que hace que la eficacia disminuya.