Arrugas, flacidez, manchas, pérdida de luminosidad… Sí, ha llegado la hora de tomarse la rutina de belleza en serio. A partir de los 40 la piel empieza a perder elasticidad y tersura, adquiere un tono menos uniforme y la aparición de los síntomas del envejecimiento tiene una importancia significativa. Sin darnos cuenta nos hemos encontrado con problemas del organismo que nos cuesta solucionar, así que es el momento ideal para cambiar la rutina.
Puede que de repente hayas notado que, con frecuencia, tu piel empieza a tener un aspecto cansado, ojeras pronunciadas, un tono más apagado… Y es que a partir de esta edad es normal sentir los efectos del envejecimiento, el paso del tiempo no nos lo pone nada fácil. La buena noticia es que con unos cambios en el cuidado de la piel, la incorporación de ingredientes activos potentes y un buen aliado cosmético es posible corregir y frenar estos síntomas.
Al cambiar la piel a los 40, debería cambiar también tu rutina de belleza y cuidados
Muchos de los cambios producidos en la piel se deben al efecto combinado por la ralentización de la producción de colágeno y elastina, factores relacionados con el estilo de vida como el estrés, la carga laboral, la falta de sueño o llevar una dieta desequilibrada, así que a partir de aquí es probable que los productos que has utilizado hasta ahora no sean suficientes.
Pasados los 40 necesitas hidratar y proteger la piel del sol, pero también es importante reforzar la rutina incluyendo ingredientes potentes a diario. Recuerda que los buenos hábitos dan resultado. Para conseguir efectos visibles se puede optar por una mezcla de activos con propiedades antiaging como el ácido hialurónico o la Vitamina C. También son extremadamente importantes los antioxidantes, en ellos se esconde el secreto de la juventud.
5 claves para el cuidado de la piel a partir de los 40
Una vez alcanzada esta edad es importante practicar ejercicio moderado, mantener una dieta adecuada y empezar a utilizar cremas hidratantes con principios activos que ayuden a la piel a regenerarse y mantener su propia hidratación. Si estos hábitos se combinan con una rutina de limpieza facial dos veces al día y la aplicación de un sérum o cremas con propiedades regeneradoras, tu piel pronto empezará a notar los cambios.
1. Céntrate en la alimentación para empezar el cambio desde dentro
Consume alimentos ricos en antioxidantes y Vitamina E (frutos rojos, té verde, brócoli…), y alimentos con ácidos grasos para mantener la elasticidad de la piel (aceite de oliva, aguacate, frutos secos…). El chocolate negro también puede reducir las líneas de expresión y proteger la dermis del estrés oxidativo.
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2. Haz ejercicio todos los días para mantener en forma tu cuerpo
Con una actividad física diaria no solo eliminarás la suciedad e impureza de los poros, sino que además reducirás los niveles de envejecimiento prematuro y recuperarás el brillo y la luminosidad de tu piel.
3. Si a diario utilizas maquillaje, lo mejor es optar por una base natural con fórmulas hidratantes
El maquillaje agresivo, especialmente los tonos más oscuros, no es el mejor aliado a partir de los 40, pues penetra en las líneas de expresión cuando éstas son muy pronunciadas. Lo ideal es sumergirse en el mundo de los tonos nude.
4. Evita los baños excesivamente largos y con agua muy caliente
El agua excesivamente caliente en las duchas o baños y el uso de jabones, desodorantes o perfumes agresivos a la larga resultan perjudiciales para la piel, así que es preferible evitarlos en la medida de lo posible, o al menos no abusar de ellos.
5. Alíate con un buen producto de cosmética
Incluir en tu rutina cremas hidratantes que contengan ingredientes activos será vital para mantener la tersura y elasticidad de la piel. Aplicar este tipo de tratamiento y protección complementará de manera efectiva los puntos anteriores haciendo que el paso de los años no sea tan señalado en tu piel.
No te descuides, todavía eres joven
Hay quienes dan por sentado que cumplir 40 implica entrar en un proceso irrefrenable de envejecimiento en el que no hay marcha atrás, ¡y eso dista mucho de la realidad! El estilo de vida y la forma de cuidarse de las personas ha cambiado por completo, lo que significa que es posible llegar a los 50 o 60 con un ritmo de vida propio de edades inferiores.
Tu edad no define tus años, sino tu personalidad y tu forma de vivir. Por eso, nunca es demasiado tarde para empezar a cuidarse y lucir un cutis radiante y bonito. Sigue estas recomendaciones y ¡date una oportunidad!