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¿Cómo cuidar manos secas y agrietadas?

La piel de las manos es una de las zonas del cuerpo más expuesta a agresiones externas tales como el sol, el calor o el contacto con productos químicos que pueden ser nocivos. También se trata de una piel especialmente delicada en la que se percibe notablemente el paso de los años: pierde firmeza, aparecen manchas y se vuelve áspera, lo que significa que las manos pueden envejecer antes de tiempo. Para evitarlo hay que dedicarle cuidados diarios tanto dentro como fuera de casa.

Sin embargo, el gel desinfectante o hidroalcohólico se ha convertido en uno de los productos más buscados y demandados hoy en día, ya que lo necesitamos para tener limpias nuestras manos allá donde vayamos. Su uso, aunque es realmente útil y es fundamental para mantener una buena higiene, también afecta a nuestra piel, así que es recomendable utilizarlo con cuidado y protegiéndonos.

¿Qué hago para cuidar mis manos?

El exceso de higiene puede acabar siendo perjudicial para una piel tan sensible. Tanto los geles hidroalcohólicos como el jabón en exceso arrastran la capa de grasa que cubre la piel dejándola sin su barrera de protección natural.

Así es como el uso de manera recurrente de estos geles, cuyo componente principal es el alcohol, provoca el resentimiento, la sequedad o la aparición de grietas e irritaciones en las manos. Por eso, siempre que podamos debemos lavarnos con agua y jabón y reservar el gel para aquellos momentos en los que no sea posible.

Cuando estemos en casa debemos utilizar jabones suaves que respeten el pH de nuestra piel. Además, el agua caliente puede contribuir a la deshidratación de las manos, por lo que es preferible lavarnos con agua tibia o fría. Tras cada lavado es importante el secado, las manos deben quedar completamente secas. Es conveniente no compartir toalla o utilizar toallitas de papel desechables. Para terminar, no pasaremos por alto ningún resto de humedad, cuando las manos están mojadas las infecciones son más probables y los gérmenes se transmiten con mayor facilidad.

La aplicación de una crema hidratante cada vez que nos lavemos (ya sea con agua y jabón o con gel hidroalcohólico) es tan importante como mantener las manos limpias. En este caso no vale con aprovechar la crema corporal y aplicarla en esta zona. Para evitar cualquier tipo de imperfección es necesaria una crema hidratante pensada especialmente para manos, y mejor aún si sus componentes son naturales y de rápida absorción. Y, en caso de que nuestra piel ya se vea afectada por el uso continuado de estos productos, es recomendable una crema regeneradora de manos o reafirmante. Este bálsamo ayudará a proteger las agresiones causadas y reparará en profundidad la salud y el equilibrio de nuestra piel.

Para una correcta reparación de esta zona también es importante administrar una cantidad generosa de crema por la noche, antes de acostarnos.

La hidratación es fundamental para mantener el cuidado de la piel de las manos, pero una exfoliación semanal también puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel, culpables de esa desagradable sensación de aspereza.

En estos hábitos de higiene no debemos olvidarnos de las uñas. Es importante limpiarlas en profundidad y cortarlas a menudo, ya que en ellas se acumula suciedad y pueden ser causantes de la transmisión de infecciones.

¿Cómo podemos entonces acelerar el proceso de curación de las manos y evitar la aparición de eccemas?

  • Debes optar por jabones sin perfumes ni antisépticos y utilizar agua tibia para el correcto lavado de manos o en su defecto, utilizar la solución de toallitas húmedas desinfectantes para manos de Bioxán, pensadas especialmente para cuidar la piel.
  • Utiliza guantes siempre que vayas a realizar labores domésticas. Esto te ayudará a evitar el contacto directo con jabones, detergentes y productos de limpieza potentes, así como con disolventes y diluyentes, que resecan la piel.
  • Se recomienda no aplicar directamente con las manos lociones, cremas o tintes para el cabello. En estos casos siempre es preferible la utilización de guantes.
  • Evita los cambios bruscos de temperatura. Nuestras manos se cuartean con el frío y el calor, por eso en verano es tan importante la crema protectora.
  • Mantén las manos bien hidratadas. La hidratación nutre, regenera y protege la piel.

En definitiva, después de utilizar jabón o gel desinfectante de manera tan seguida como lo estamos haciendo ahora, es necesario cuidar las manos para evitar la sequedad e irritación de la piel. Así mantendremos nuestras manos sanas y, además, lucirán un buen aspecto.

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