La importancia de limpiar y renovar las brochas de maquillaje

¿Cuántas veces has limpiado tus brochas de maquillaje? Aunque casi no las utilices, acumulan suciedad y gérmenes que debes eliminar. Te contamos por qué.

No importa si eres de las que se maquilla a diario o si solo recurres a una crema hidratante con color cuando tienes una cita especial: necesitas mantener tus brochas de maquillaje y demás utensilios siempre limpios. No lo parece, pero las bacterias rondan los productos de aseo y amenazan no solo los cosméticos y su función, sino también la salud de nuestra piel. Si no recuerdas la última vez que lavaste tus pinceles, te contamos por qué han dejado de ser seguros para tu rostro y cómo debes ponerle solución.

Qué ocurre cuando no lavas tus brochas de maquillaje

Parecen inofensivas e, incluso, permanentemente impolutas. Sobre todo, cuando solo las utilizas de manera ocasional. Pero tus brochas de maquillaje pueden marcar la diferencia entre tener un rostro sano y cuidado y otro con algunos problemas de acné, o peor, con herpes y todo tipo de infecciones. No lo decimos nosotros, lo recuerdan los dermatólogos entre sus secretos para mantener una piel perfecta.

Estas son algunas de las consecuencias que pueden provocar unos pinceles y utensilios de maquillaje sucios:

  • Aparición de granitos y acné. Es la primera reacción visible del uso de brochas de maquillaje sin limpiar.
  • Transmisión de infecciones. De la brocha al producto de maquillaje o al rostro y a la inversa. Las bacterias contenidas entre las cerdas de los pinceles pueden acabar en cualquier superficie.
  • Irritación. Las brochas empiezan a acumular producto y sus cerdas se endurecen de tal manera que pierden efectividad y provocan un daño en la piel del rostro por la fricción.
  • Reducción de la vida útil de los utensilios de maquillaje. No solo hablamos de pinceles, sino también de todas las herramientas que permiten aplicar los cosméticos en el rostro. Un rizador de pestañas con restos de máscara puede llegar a romper alguno de los filamentos del párpado. Y unos polvos aplicados a través de unas cerdas sucias pierden totalmente su eficacia.

Cómo limpiar las brochas de maquillaje: guía básica

Sobre todo si compartes tus utensilios con más personas o si eres de las que no puede pasar sin maquillarse ni un solo día, debes encontrar un hueco para llevar a cabo esta rutina de cuidado y limpieza de tus brochas. Al menos una vez a la semana (si el uso es frecuente) o cada quince días si solo recurres a ellas en ocasiones especiales.

Esta es la guía básica para aprender a limpiar tus útiles de maquillaje:

  1. Humedece las cerdas con los pinceles hacia abajo, para evitar que llegue el agua a la parte interna de la brocha.
  2. Aplica un poco de jabón en la palma de la mano (sirve con una pastilla de las utilizadas para lavar la ropa) y frota las cerdas de forma circular hasta que la espuma salga totalmente limpia.
  3. Aclara el pincel con agua tibia (recuerda, bocabajo) hasta eliminar todos los restos de jabón.
  4. Seca las cerdas dando pequeños toques sobre un trozo de papel o una toalla limpia.
  5. Deja el pincel en posición horizontal un par de horas para eliminar toda la humedad y estará listo y limpio para volver a utilizarlo.

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