Los tratamientos oncológicos suponen un gran impacto para los pacientes, especialmente a nivel físico, deteriorando, entre otros, la piel, el cabello y las uñas. Es importante tener en cuenta la estética como un factor determinante a la hora de enfrentarse a una enfermedad como el cáncer. El bienestar físico tiene un gran impacto a nivel psíquico. Por ello, un aspecto físico cuidado, ayudará a implementar los niveles de autoestima de las personas que atraviesan la enfermedad y les ayudará a abordar la situación con una mayor comodidad.
Algunos de los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia afectan directamente a la dermis, provocando que la piel se vuelva más sensible. Entre las afecciones cutáneas más frecuentes están el enrojecimiento, la aparición de manchas, inflamación y deshidratación de la piel, que causa sequedad extrema y descamación. El dolor, la irritación y el picor intenso suelen ser habituales durante estos procesos y generan una constante molestia. Para ello, es esencial establecer una rutina de tratamiento de la piel, que ayude a revitalizarla y calmarla durante las radiaciones y que, además, se debe mantener una vez finalizados los tratamientos.
Cuidados de la piel durante la quimioterapia
Para prevenir y aliviar los efectos de las radiaciones, es importante cambiar nuestro estilo de vida y centrarnos en el cuidado interno y externo. Si bien, debemos tener en cuenta que hay que alterar algunos procesos de belleza e incluso algunas comidas para paliar la vulnerabilidad de la piel, aunque siempre bajo el control de un dermatólogo.
Es importante tener en cuenta que no se puede emplear cualquier producto, ya que el cuerpo se encuentra en un punto de sensibilidad en el que hay que tener especial precaución con los componentes. Algunos ingredientes, como el alcohol o algunos ácidos, pueden ser especialmente dañinos, así como los exfoliantes, que deberían ser eliminados de las rutinas de cuidado de las pieles sometidas a estos tratamientos.
Una de las cuestiones más importantes para el bienestar cutáneo es la alimentación, que debe ser rica en vitaminas A, B, C y D, además de incluir prebióticos y probióticos, que ayudarán en el proceso regenerador de la dermis. Por otra parte, para la limpieza debemos apostar por el agua templada, para así favorecer la rehidratación y el uso de jabones neutros o aceites, que actuarán mejor sobre la piel sensible. También hay que tener cuidado con la exposición al sol, evitando, en la medida de lo posible, la radiación directa y empleando barreras físicas y cremas solares de alta protección.
A esta rutina debemos añadirle el empleo de cremas regeneradoras durante todo el proceso de tratamiento y mínimo hasta tres meses después, evitando aquellas que contengan alcohol o perfumes, que generan una mayor sequedad.
Una piel bien hidratada ayuda a aliviar la tirantez y descamación. Por ello, es importante buscar productos que estén basados en ingredientes naturales con potentes efectos reparadores, como el ácido hialurónico o el aloe vera, muy efectivo por su poder calmante. Las materias primas naturales tienen un efecto positivo sobre la piel, por su similitud orgánica con las células de nuestros tejidos, lo que permite una mayor absorción de los nutrientes y unos resultados más duraderos.
Los ingredientes naturales en las cremas para la quimioterapia
Las cremas regeneradoras ayudan a recuperar las capas dañadas de la piel, ofreciendo una hidratación profunda y facilitando la producción de colágeno y elastina. Los productos de Bioxán están elaborados con un 99% de principios activos de origen natural, lo que supone un compromiso no solo con el bienestar del consumidor, sino también con el cuidado del medioambiente.
Entre los ingredientes empleados, destacan los a-Oligosacáridos, prebióticos naturales con un efecto fortalecedor de las barreras protectoras de la piel y una función regeneradora inmediata, o el Omega 3 de lino orgánico, que facilita la absorción de nutrientes y la expulsión de residuos.
Por otra parte, la vitamina E natural tiene un papel esencial en la renovación de la dermis. El Trocoferol es un potente activo que detiene el envejecimiento de la piel. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, proteínas esenciales para el mantenimiento de una piel firme, tersa e hidratada. La vitamina C cumple con la función antioxidante, ya que el Oxabiol es un complejo vitamínico con un gran efecto reparador.
Todo esto contribuye a la recuperación de las pieles dañadas, actuando en las capas más profundas de la piel para conseguir reactivarlas y lograr una mayor elasticidad, hidratación y bienestar.
Bioxán apuesta por la calidad de vida de los pacientes de cáncer
Bioxán nace, precisamente, para dar cuidado a las pieles afectadas por los tratamientos de cura del cáncer y devolverles su estado natural. Un proceso tan complicado requiere de los mejores productos para conseguir una mejor apariencia a nivel físico y, consecuentemente, psicológico. Con una fórmula patentada, los productos de la firma consiguen que la piel funcione de forma adecuada y cumpla con sus funciones vitales para la salud del organismo.
En Bioxán trabajamos para brindar el mayor bienestar a nuestros clientes, ayudarles a recuperar la confianza en sí mismos y facilitarles, en definitiva, una mayor calidad de vida.