La importancia del sueño para la belleza   

¿Quieres ponerte guap@? Pues, ¡a dormir! Un buen descanso es una de las maneras más eficaces de garantizar una apariencia radiante al día siguiente. Eso ocurre porque el sueño es el período de renovación y descanso para las células de nuestro organismo. Durante la noche, las células reorganizan sus funciones, reparan y equilibran los daños del día a día, ocasionados por factores como el viento, el sol, la contaminación, etc.

Cuando dormimos, el organismo libera importantes sustancias para el cuerpo como la hormona del crecimiento – responsable por retardar el envejecimiento celular y mejorar el tono muscular – y el cortisol, hormona del estrés que está relacionada con la formación de radicales libres.

¿Por qué dormir bien nos hace más bell@s?

Durante el sueño, ocurre un aumento considerable de la oxigenación celular y de la piel. Asimismo, cuando dormimos, proporcionamos reposo a la musculatura facial, además de eliminar radicales libres (las temibles moléculas que ‘activan’ el envejecimiento de las células del organismo, incluidas las de la piel). Cuando no dormimos de manera adecuada, los vasos sanguíneos de la piel se contraen dejando la piel más seca y fría.

Además de afectar el aspecto de la piel, dormir mal también favorece la acumulación de grasa ya que durante el sueño el organismo produce leptina, la hormona que controla la sensación de saciedad.

Consejos para dormir mejor

Consejos para dormir mejor y cuidar la belleza

Ahora que ya conocemos los beneficios de una buena noche de sueño, es el momento de aprender cómo dormir y garantizar al organismo el descanso necesario para la recuperación de nuestra belleza.

En primer lugar, es muy importante establecer una rutina del sueño, con un horario aproximado para ir para la cama y para levantarse. También es conveniente evitar las bebidas estimulantes y las cenas abundantes. Para disfrutar de un sueño reparador, es imprescindible disfrutar de un momento de descanso antes de acostarse: preparar una infusión, leer un libro o escuchar música suave son hábitos que pueden ayudar en la conciliación del sueño.

Es fundamental llevar a cabo una rutina de belleza incluyendo la limpieza de la piel y la aplicación de cremas faciales específicas – también para el cuidado de manos y pies – ya que la temperatura del cuerpo se eleva por la noche, lo que favorece la receptividad cutánea de los activos cosméticos.

Una buena noche de sueño unida a una previa rutina de cuidado de la piel es la manera más económica y sencilla de mejorar tu salud y mantener una relación amigable con el espejo.

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