Di adiós a los talones secos

Llega el momento «destape»: prendas ligeras, zapatos abiertos… Si no has cuidado tus talones, te contamos cómo dejar de sufrir por la sequedad de tus pies.

Durante el invierno los pies no se ven, permanecen ocultos en el interior del calzado más cerrado de todo el zapatero. Pero llegan la primavera, el buen tiempo y la subida (aunque sea ligera) de las temperaturas y aparecen las ganas de despedirse de la sobriedad y del exceso de abrigo de los meses más fríos del año.

Solo hay un problema: acabas de descubrir tus talones, uno de los grandes olvidados en todas las rutinas de belleza (junto a codos y rodillas), y su aspecto lleno de grietas y deshidratación no invita a la “exhibición”. Antes de que lleguen los arrepentimientos, te damos una buena noticia: tus pies secos tienen solución. Solo debes seguir nuestras recomendaciones.

Cómo solucionar el problema de los talones secos

En la búsqueda de soluciones para los talones secos y agrietados partimos de una clara ventaja temporal: aún quedan semanas para la arrasadora llegada del verano, las vacaciones estivales y el deseo irrefrenable de calzar zapatos destalonados que permitan al pie respirar con comodidad (y elegancia). Por ello, nuestra primera recomendación es asumir los siguientes consejos como un básico de la rutina de belleza diaria e incluirlos en cualquier momento del año, no solo cuando el “momento destape” esté cerca.

Con estas soluciones, al alcance de todas las manos, podrás decir adiós a tus talones agrietados:

  • Utiliza productos cosméticos específicos para los pies. El objetivo es conseguir unos pies suaves, bonitos e hidratados, a grandes rasgos, lo mismo que buscamos a la hora de cuidar la piel del rostro. En este sentido, al realizar tus compras de belleza no te olvides de adquirir una buena crema para pies con la que mantener a raya los niveles de agua en esta zona de la dermis tan problemática (está expuesta a grandes esfuerzos, puesto que soporta el peso y la actividad de todo el cuerpo).
  • Haz caso a tu madre/abuela y recurre a los trucos caseros tradicionales. La piedra pómez, los baños de agua tibia con unas gotas de limón o agua de rosas, las mascarillas a base de aceite de oliva… Cualquier consejo que te ayude a mantener unos talones alejados de las grietas es bienvenido, pero ten en cuenta que necesitas reservar unos minutos al día para llevarlos a cabo.
  • Presta atención a la alimentación. En ocasiones, el exceso de sequedad en los pies se debe a una dieta desequilibrada, pobre en nutrientes esenciales o rica en alimentos de los considerados “poco saludables”. En este sentido, para alejar el problema de los talones secos, el agua debe estar en lo más alto de la pirámide alimenticia, junto a aquellos productos que aporten vitaminas y componentes esenciales.
  • No todo el calzado sirve para caminar. Los zapatos de primavera y verano se caracterizan por sus diseños llamativos y abiertos al aire libre. Pero su originalidad y belleza no siempre van de la mano de la comodidad y la salud. Primero, has de conseguir una transición paulatina del calzado de invierno al estival. Una vez conseguido, debes alternar los zapatos, evitar utilizarlos durante mucho tiempo y, sobre todo, desterrar todos aquellos que ponen en peligro la seguridad y la estabilidad de tus pies.

Lo cierto es que estos consejos forman parte de los cuidados esenciales que debemos aplicar a la piel con la llegada de la primavera. ¿Preparados para el “descalce”?

 

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