Una piel sana no solo es estéticamente bonita sino que, además, es el reflejo más fiel de la salud del organismo. Una dermis cuidada cumple su misión de barrera protectora frente a los agentes externos, transmite belleza y nos hace sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. Pero, ¿cómo se alcanza este estado? Por un lado, asumiendo hábitos de vida saludables que nos ayuden a potenciar el bienestar de la piel; por el otro, emprendiendo todas las acciones necesarias para preservar su naturaleza.
A simple vista, la teoría no parece difícil. Pero, en la práctica, nos olvidarnos de las recomendaciones y a dejar al órgano más extenso del cuerpo en manos de lo desconocido. Sea cual sea tu tipo, no te olvides de luchar contra la siguiente lista de enemigos de la piel.
¿Qué factores son letales para una piel sana?
- Rayos ultravioleta. Nunca está de más recordar los efectos nocivos de la exposición excesiva y descontrolada al sol. El astro rey es el principal enemigo de la dermis, aunque el bronceado parezca sentar bien a todo el mundo. Sin una crema hidratante con buen factor de protección, los rayos ultravioleta provocan problemas de pigmentación (manchas, sobre todo el rostro), sequedad, envejecimiento prematuro de la dermis y aumento del riesgo de cáncer. Debes aplicarla todos los días, aunque parezca que el sol no asome por ningún lado.
- Tabaco y alcohol. Dejan la piel sin vida, deshidratada y pálida. Sobre todo los cigarrillos, que limitan el riego que llega a los tejidos y, como consecuencia, la dermis pierde su apariencia saludable.
- Estrés. Es uno de los factores que puede empeorar enfermedades como la psoriasis y, en sí mismo, desencadena otros problemas como el nerviosismo o el insomnio. Como consecuencia, aparecen granitos, ojeras o erupciones cutáneas y la piel se muestra débil y frágil.
- Contaminación. A simple vista, todas las partículas contaminantes que flotan en la atmósfera entran en contacto con la piel (sobre todo la del rostro) y obstruyen los poros. De manera silenciosa, potencian los efectos de los radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro de la dermis y, a la larga, algunas dolencias de consideración.
- Mala alimentación. Las dietas desequilibradas y la comida basura también resultan problemáticas para la piel. Al no ingerir los nutrientes diarios necesarios, la dermis pierde elasticidad y juventud.
- Deshidratación. El hecho de beber entre 1.5 y 2 litros de agua no es una nimiedad. El cuerpo la necesita a diario para cumplir sus funciones. Y la dermis, como parte esencial del organismo, también la necesita para su responsabilidad protectora.
- Cansancio. La falta de sueño o la mala calidad del mismo también afectan a la salud de la piel. En este post explicábamos la importancia del descanso nocturno en el proceso de regeneración del organismo.
Lucha a diario contra estos enemigos de la piel y convierte a alguna de las mejores cremas corporales y faciales, como las de Bioxán, en tus mejores aliados.