Mujer aplicándose crema en el rostro frente a un espejo

Resaca de la piel: así afectan a tu rostro los excesos de las fiestas

Año nuevo, vida nueva. Aunque quizás se nos está haciendo un poco cuesta arriba volver a la rutina y afrontar enero con energía, tenemos que llevar a cabo un esfuerzo para recuperar nuestros rituales de belleza previos a las fiestas o incluso plantearnos afrontar alguno nuevo. Dejar atrás las Navidades es duro, porque es una época de celebración, reencuentros y grandes momentos, pero también es el momento en el que nos permitimos darnos más de un capricho.

Precisamente por eso, debemos afrontar esta vuelta a la carga con más energía, ya que los excesos generan un gran lastre en todo nuestro organismo, especialmente en la piel. Si estos días notamos nuestra dermis más deshidratada, más flácida o con menos luminosidad, es normal, pero debemos abordar una rutina de cuidados que nos ayude a recuperar el bienestar cutáneo.

Efectos de los excesos navideños sobre la piel

El alcohol y el tabaco

El alcohol y el tabaco contribuyen a la formación de los radicales libres y propician la sequedad de la piel. Esta, a su vez, provoca el envejecimiento prematuro, la aparición de arrugas y la pérdida de luminosidad del rostro. Una de las claves para contrarrestar su efecto es alternar el consumo de alcohol con el de agua mineral. Además de la hidratación interna, es fundamental reforzar la hidratación cutánea con alguna crema emoliente que ayude a prevenir los daños del alcohol y a recuperar la tersura después de su consumo excesivo.

Comidas copiosas

Las cenas y comidas navideñas son todo un combo de rutinas dañinas para nuestro organismo. En ellas normalmente hay exceso de sal, y los azúcares son los grandes invitados de los postres, a lo que hay que sumarle el alcohol de los brindis. Pero, además, hay que tener cuidado con los hidratos de carbono y el resto de alimentos con alto índice glucémico que, junto a los lácteos, impulsan la secreción de grasa y pueden derivar en acné.

El consumo excesivo de sal genera deshidratación y favorece una sobreproducción de sebo para suplir las carencias de agua en la dermis. Además, el azúcar genera la glicación de la piel, un proceso que afecta directamente a la producción de colágeno y elastina, proteínas necesarias para mantener la elasticidad y robustez cutánea. Para paliar estos efectos es fundamental implementar el consumo de agua mineral e infusiones como el té verde, que tiene un alto poder antioxidante.

Por otra parte, están las grasas trans, que son el resultado de la hidrogenación de otras grasas, como por ejemplo cuando exponemos el aceite a altas temperaturas para freír alimentos. El consumo excesivo de este tipo de grasas deriva en problemas de circulación, que limitan la oxigenación de la piel y lastran la producción de colágeno y elastina.

Para contrarrestar los efectos de las comidas abundantes lo ideal es recuperar una dieta rica en pescados azules, cereales integrales, frutas y verduras, especialmente las de hoja verde, que cuentan con un alto porcentaje de vitamina C, compuesto con altas propiedades antioxidantes y reparadoras. Y para la próxima comilona, un buen paso previo de preparación es consumir alimentos con un alto contenido en fibra, que ayuda a controlar los picos de azúcar en sangre.

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La falta de descanso

El consumo de alcohol y las comidas copiosas suelen producir sensación de pesadez y malestar, algo que afecta directamente a la calidad de nuestro sueño. Por la noche es cuando nuestro cuerpo realiza una mayor acción de regeneración cutánea, por lo que el proceso se ve alterado cuando modificamos nuestros hábitos de descanso. La piel empieza a generar cortisol, una hormona que provoca la irritación de la piel y limita la producción de colágeno y ácido hialurónico, lo que provoca la pérdida de elasticidad y tersura cutánea.

Además de tratar de recuperar una rutina de descanso de entre 7 y 8 horas, podemos optar por productos que ayuden a reforzar y rejuvenecer nuestra mirada. El contorno de ojos regenerador de Bioxán ayuda a disimular los efectos del cansancio gracias a su acción hidratante y antioxidante, que disminuye el color de las ojeras y reduce las bolsas y las líneas de expresión.

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Exceso de maquillaje

Los momentos de celebración implican que queramos estar perfectos para reencontrarnos con todos nuestros seres queridos. Si en una semana normal apostamos por maquillajes más sobrios o ligeros, en Navidad entramos en una rutina en la que nos maquillamos más de lo habitual, y nuestra piel lo nota. El exceso de suciedad provoca la obstrucción de los poros, que puede derivar en pequeños brotes de acné y sequedad.

Ante esto, el consejo más infalible es establecer una rutina de limpieza y preparación de la piel constante. Si ya es esencial ejecutar una doble limpieza facial diaria, mucho más cuando nos vamos a maquillar. Antes de aplicar el producto debemos preparar la piel con una buena crema facial reparadora, e incluso un sérum hidratante facial, que proporcionarán la hidratación necesaria para contrarrestar el efecto mate de muchos maquillajes. También es preferible apostar por bases poco oclusivas e indicadas para nuestro tipo de piel. ¡Descubre tu tipo de piel con el test de Bioxán!

Lo más importante es recordar desmaquillarnos siempre, sea la hora que sea, ya que por la noche es cuando se produce la mayor acción regeneradora de la piel, por lo que, si dormimos con la dermis sucia, se genera una barrera que impide la eliminación de las impurezas. Una buena leche limpiadora y un tónico que ayude a cerrar los poros, acompañados de una buena hidratante y un sérum se convertirán en nuestros mejores aliados.

Recomendaciones para recuperar la piel de los excesos navideños

La Navidad es un momento para disfrutar y es importante desconectar durante unos días, por lo que podemos excedernos sin remordimientos. Sin embargo, lo mejor es saber encontrar un equilibrio y preparar nuestro cuerpo para las celebraciones. Recordamos que una alimentación rica en frutas y verduras junto a la ingesta de alrededor de dos litros de agua mineral al día, combinado con bebidas como el té verde, es muy efectivo para mantener la vitalidad cutánea.

Por otra parte, independientemente de la época del año, la protección solar es condición indispensable para el cuidado de la piel y debe ser integrada de forma casi obligatoria en la rutina diaria. Esta debe ir precedida por una limpieza profunda y por productos altamente hidratantes y reparadores, como la crema facial reparadora de Bioxán o el sérum reparador de vitamina C.

Una piel hidratada y regulada genera una barrera protectora que la hace más resistente a los efectos de los radicales libres y facilita su reparación. Teniendo esto en cuenta, es tan importante el proceso de cuidado posterior como el previo, para reforzar la robustez cutánea y poder darnos caprichos de vez en cuando sin lamentaciones.

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